Como ya te hizo saber
tu amigo adicto al gimnasio, a finales del mes pasado se estrenó en España Creed (2015). Si no tienes ningún colega
vigoréxico y desconocías su existencia, solo te hace falta saber que la
película trata sobre un joven que quiere ser boxeador y al que entrena el
mismísimo Rocky Balboa (Sylvester Stallone en persona). Vamos, que a pesar de
no dar demasiadas pistas en su título, es una secuela en toda regla de las
películas de Rocky. El caso es que me llamó la atención que en nuestro país se
haya explicitado su relación con la saga traduciendo dicho título como Creed. La leyenda de Rocky. Es un
ejemplo perfecto de lo que en traducción se llama creación autónoma (introducir
un elemento nuevo que no estaba presente en el original). El motivo de la
introducción del subtítulo está claro, se buscaba atraer a los fans del
personaje. No obstante, lo que más me
interesó fue el uso de la palabra «leyenda». Me vinieron a la cabeza numerosos
ejemplos de títulos traducidos para nuestro país en los que se incluía este
vocablo a pesar de no aparecer por ninguna parte en el original. Se ve que
Gustavo Adolfo Bécquer fue todo un visionario y a los españoles nos pirran las
leyendas, porque no perdemos la oportunidad de poner una en cada título.
Si eres lector habitual
del blog, espero no tener que recordarte que los traductores no deciden los
títulos definitivos de las películas. Aunque me gustaría añadir que tampoco
tienen nada que ver con estos subtítulos legendarios. El traductor puede
aportar sugerencias, pero todo esto es fruto de las decisiones de la productora
y su equipo de marketing. Por esta
razón, vamos a intentar ponernos en su pellejo para intentar razonar estos
cambios y buscarles un posible motivo comercial.
Con el objetivo de
analizar este extraño fenómeno, he repasado todos aquellos largometrajes con
leyendas artificiales en su título traducido y he llegado a la conclusión de
que podríamos clasificarlos en tres categorías diferentes, que paso a desgranar
a continuación.